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Helados Galácticos

Alvy Singer

Protons packs: Un breve episodio 1 de mi historia starwarsera

En el patio del colegio, y no en la ficción, se disputaban los combates del siglo. Terminator vencía a Robocop con rayos de protones e inmediatamente un legendario piloto sacaba su maldito sable jedi. Maldita sea, nunca sabré si era un sable láser, una pistola láser o una de esas varitas-láser que aparecían en Willow. Eran imágenes fugaces: pistolas, combates, duelos, espadas. Tampoco importa. Yo creo que la verdad, la historia, llega en 1997 con esa unglorious reedition (para muchos) de la saga digital de Lucas, a dos años del primer episodio y el rebeginning. Yo tenía nueve años y la madre de un amigo nos llevó a verla. Resulta curioso que el tipo, al año fue cuando descubrió su fuerza y en la actualidad es un reconocido starwarsófilo total que recita diálogos tranquilamente con el que vi, precisamente, el episodio anterior al que vimos aquél día. Cuando yo salí del cine habían nacido las imágenes perdurables: ¡gusanos! ¡paredes que se cierran! ¡princesas cursis! ¡darth vader! ¡sables de yedai! La grandeza de Lucas no está, al menos desde la memoir puramente sentimental, ni en la mixtura genérica ni en la saga épica: está en su capacidad para crear, en primera instancia, LA. AVENTURA. Sumergirle a uno en esa vertiginosa sensación de estar viajando y entrando en ese lugar sagrado y definitivo. Luego, Lucas consigue todo lo demás. Y no es poco, para nada, porqué al cabo de tres meses descubrí LA. VIDA. Pero antes de llegar a ese punto, al punto del gélido imperio contrataacante, tenemos que arrancar y empezar desde cero. Y Una nueva esperanza es una forma de empezar el camino. Hay más, claro y habrá, seguramente, nuevas en el futuro.

- Alvy Singer

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